
La educación es fundamental para que una sociedad pueda caminar hacia el progreso ya que ella despierta en los ciudadanos el interés por el saber, por conocer y dar aportes que hagan que la dinámica de vida sea organizada de la mejor manera, humanizando a los que serán los futuros dirigentes de una determinada nación. La educación despierta la parte intelectual que hay en los otros, no se trata de una mera repetición sino de una reflexión que sirva para la vida misma. El educador busca que la gente piense por sí misma sin adoctrinar, es crear hombres libres con una ética que transforme las estructuras que destruyen a los más débiles defendiendo la igualdad social sin imposiciones. En una entrevista realizada a Fernando Savater en octubre de 1998 afirma lo siguiente: “El intelectual en una sociedad democrática es aquel que trata de ayudar a que los demás también sean intelectuales”. (Savater, 1998, p.51). Los educadores estamos llamados a ayudar a los demás a ser capaces de pensar de una manera creativa preocupándose por el otro, saliendo de ellos mismos para darse, humanizar es lo importante.
Analicemos brevemente el hecho de las diferencias sociales, las modalidades de estratificación, sus rasgos y estructura. A partir de aquí podremos entender las pautas educativas de cada clase social, sus posibilidades, la caracterización psicológica de los individuos de cada clase social, sus actitudes y la consiguiente repercusión en la educación de los hijos.
Las sociedades humanas aparecen internamente diversificadas en una serie de status, ocupacionales, posiciones de privilegio o de inferioridad, niveles económicos, etc.; de modo que los individuos que la componen no gozan de una igualdad social.
Las pautas educacionales de la clase media se consideran Óptimas, en relación con las otras clases sociales. La clase social alta mejora, a veces, esta situación a través de los medios de los que dispone, otras veces lo malogra por el mal uso que hace de ellos. La clase baja, junto a valores pedagógicos muy apreciables (vida de trabajo, hábito de sacrificio, austeridad...), suele presentar fallos como la falta de cultura, no ser conscientes de sus carencias para educar a los hijos, cierta rudeza en sus reacciones psicológicas y vida llena de dificultades.
En las clases sociales alta y media, suele darse un funcionamiento más democrático, mientras en la clase baja es más autoritario, a la vez que suele aparecer más agresividad.
El niño de clase baja suele ser objeto de gran indulgencia en algunos casos y de gran exigencia en otros; en la clase media se ve sometido a una norma más equilibrada, sensata y coherente.
Con esto observamos que la realidad social debe ser estudiada y luego crear mecanismos que nos ayuden a romper las cadenas que nos atan logrando acabar poco a poco con un mundo individualista y consumista de clases, en donde unos son favorecidas y otros echados al abandono de la manera más sarcástica, privándoles de aquello que puede hacerles cambiar la percepción de la vida y humanizarlos como lo es la educación.
El bajo rendimiento escolar tiene que ver frecuentemente con la procedencia social del estudiante y, hay una estrecha relación entre la clase social a la que pertenece, esto es más notable en los educandos provenientes de clases bajas.
Desde el plano social hay que considerar que la desigualdad de clases es la que genera la desigualdad de oportunidades en educación. Disponiendo de medios diferentes y tendiendo a proporcionar un grado peculiar de educación, el bagaje educacional correspondiente tenderá a garantizar la permanencia dentro de los límites de la clase.
Desde el plano social hay que considerar que la desigualdad de clases es la que genera la desigualdad de oportunidades en educación. Disponiendo de medios diferentes y tendiendo a proporcionar un grado peculiar de educación, el bagaje educacional correspondiente tenderá a garantizar la permanencia dentro de los límites de la clase.
Es muy importante crear conciencia en los individuos pertenecientes a familias extremadamente pobres que sólo pueden dejar una buena herencia a sus hijos dándole una formación educacional apropiada, pero en cuanto a la importancia de la escuela en la movilidad social no podemos dejárselo a los padres de esos niños, sino que deben ser asesorados por personas preparadas.
RAHC
No hay comentarios:
Publicar un comentario